Javier Trejo, un merideño luchador y defensor de la revolución explica su propuesta legislativa ante los venezolanos:
“La restitución de la soberanía al pueblo requiere que trabajemos todos unidos para conformar nuevas estructuras de participación y control popular de las decisiones públicas, con miras a la construcción de un estado comunal”
De la cuarta república y otros demonios
Bajo el capitalismo, nuestro país sufrió un proceso de desarrollo desigual. Una economía basada fundamentalmente en la extracción y exportación de recursos minerales favoreció la concentración poblacional en torno a los centros de explotación, creando los enmarañados cordones de miseria; las políticas públicas y los recursos se dirigían mayormente a crear y satisfacer necesidades en estos puntos geográficos, lo cual fue reforzado por la concentración de decisiones en el centro del país. De este modo se fue alimentando la estructura política y territorial del estado burgués, orientado a proteger los privilegios de minorías acaudaladas y a reforzar la sumisión de los sectores más populares.
Del Resurgir popular
La revolución bolivariana se propuso cambiar radicalmente este escenario a través de la democracia protagónica revolucionaria y la nueva geopolítica nacional, directrices del Plan Nacional Simón Bolívar. La participación directa e integral de los ciudadanos y el impulso de un nuevo modelo socioproductivo son brazos fundamentales de este nuevo esquema. Para consolidarlos requerimos formación ideológica, organización, capacitación técnica y la fuerza de un pueblo movilizado para defender las conquistas de la Revolución.
Del poder comunal
Hoy en día el estado comunal se encuentra enraizado en una organización desconcentrada política y territorialmente, formada desde las mayorías sociales a través de los consejos comunales, las comunas y las regiones federales de desarrollo, para constituir un sistema de vocerías que, desde cada localidad, pueda conformar un órgano representativo de todo el pueblo, siempre en conformidad con lo que expresa nuestra Constitución Bolivariana y el Plan Nacional Simón Bolívar.
En la Asamblea
Por todo esto, el papel de los diputados a la Asamblea Nacional debe ser radicalmente diferente al que era en la cuarta república. Las nuevas leyes deben servir para blindar y profundizar los avances de la revolución. Necesitamos instrumentos que vinculen a las comunidades con las políticas de gobierno y que las conviertan en protagonistas del proceso revolucionario.
El papel del Diputado Revolucionario es el de legislar y hacer contraloría de las acciones acometidas para este fin. Pero es necesario estrechar y mantener fervientemente el contacto con el Pueblo, que tiene la tarea de apropiarse conscientemente de las herramientas que la Revolución le proporcione para fortalecer y acelerar el proceso de transformación.
El pueblo pa`la asamblea = venezolanos legislando
“Vamos a transformar la manera en que se construye el poder público en Venezuela, para profundizar el proceso de refundación de la patria que inició la revolución bolivariana. Para ello llamaremos al pueblo a legislar y a tomar parte de forma protagónica en las iniciativas de la revolución, conformando nuevos órganos políticos y socioproductivos que garanticen el desarrollo integral y equitativo de toda la población; la mayor suma de felicidad posible”